Mi nombre es Mailen, tengo 25 años y el jueves 23 de Julio de este año, me uní a esta hermosa familia llamada HOGAR DEL MILAGRO.
Fue un antes y después en mi vida, llegue al hogar por medio de internet. Enseguida coordinamos una reunión, estaba muy nerviosa, no sabía con que me iba a encontrar. Oscar y Mimi me abrieron las puertas y me contaron la situación del Hogar.
No tengo palabras para describir lo que me genera esta experiencia, solo puedo decir que desde el primer momento que pude interactuar con mis chiquitines, escucharlos, mimarlos, compartir momentos de risas y acompañarlos, mi corazón se hizo GIGANTE... aprender de ellos ES MARAVILLOSO...
Debo reconocer, que los primeros días fueron difíciles para mí, no podía entender como estos pequeños bajitos pasaran tantos momentos horribles en sus vidas, sigo sin entenderlo.
Muchas veces, me voy del hogar con un nudo en la garganta, lágrimas en los ojos.. Pero justito a la vueltita del Hogar, hay una reja que separa el patio con la calle.. Pueden creer que no pasan ni 2 segundos que pongo un pie en la calle, que ellos están ahí esperando para saludarme... Son tan maravillosos, que con sus caritas y saludos hermosos me dan FUERZA para seguir a su lado.
ME LLENAN EL ALMA, LOS AMO Y LUCHO POR SU FELICIDAD, NO PUEDO BORRARLES SUS PASADOS, PERO SI PUEDO SACARLES UNA SONRISA TODOS LOS DIAS.
Hace unos años me acerqué al Hogar realmente sin saber con qué me iba a encontrar, con el objetivo de darles una mano económicamente luego del incendio que sufrieron.
Si bien soy una colaboradora se podría decir que "externa y pasiva" ya que con mi grado de sensibilidad me cuesta mucho el contacto con los chicos, quiero destacar la gran labor que realizan los voluntarios que sí aportan de su tiempo, que acercan familia y amigos para colaborar en lo que sea, y sobre todo, que brindan gran afecto a estos chicos que tanto lo necesitan. No deja de sorprenderme la garra que ponen ante situaciones límite para poder seguir adelante con este hermoso proyecto que tiene el Hogar.
Mis gracias eternas para todos por todo lo que hacen, y por dejarme, con mis limitaciones y miedos, ser parte "a mi manera" del Hogar del Milagro.
Ivana Pregoni
Mi nombre es Helen y junto a mi marido Matías , hace unos años empezamos a colaborar con el hogar Milagro la verdad es que siempre colaboramos porque sabíamos de las necesidades del hogar entre sueldos, comida y educación de los niños. Sabíamos que el esfuerzo era mucho y por ende nuestra ganas de colaborar y apadrinar al hogar , el año pasado decidimos dar un paso más y participar activamente esto es, entrar al hogar ... Interactuar con los nenes... Escuchar... Permanecer... Compartir... Fue tal el impacto que sentimos al estar con esas criaturas que salimos conmovidos, que enseñanza de vida nos habían dado, tal es así que fue un antes y después en nuestras vidas!
Esos niños rezaban por sus papás pedían por ellos con una Fe imposible de poner en palabras. Con la esperanza de volver a sus familias. En sus rostros no había rencor solo Fe y Esperanza de regresar alguna vez a sus hogares que tan disfuncionales son y donde la realidad es tremendamente dolorosa, pero ahí están ellos esperando con amor. Es por eso que para nosotros el Hogar es milagroso por lo que genera en esos niños, la contención que reciben y el afecto se traslada a sus caritas ! Y por ende se trasladó a nuestras vidas!!!
Queremos seguir luchando por ellos ! Para que esa esperanza siga intacta y para que siga sucediendo el milagro de cuidar a esos nenes ! Es nuestro deseo y el de muchos de los que colaboramos con el!
Gracias a esos nenes por tan hermoso aprendizaje: seguir con Fe, amor, lucha y esperanza !!!
Helena y Matías Gatti
Conocí el hogar hace un par de años, y comencé a colaborar desde afuera, con lo que se necesitaban en lo material.
Hace un año asistí colaborando con el roperito casi si tener contacto con los pequeños, aun así me costaba emocionalmente tener contacto con ellos, me sentía insegura, no sabía cómo acercarme.
Pero a partir de este año cuando surgió hacer un acompañamiento catequístico preparando para bautismo comunión y confirmación, sentí que eso era mi misión en el hogar y me anime.
Tenía un gran motivo para compartir con los pequeños, el mensaje de amor que Dios quería transmitirles a ellos por mi intermedio y de quien me acompaña en esta misión, y fue así que con la ayuda de Oscar arrancamos a darle forma a este tallercito que consiste en actividades manuales, charlitas sencillas, visita a un hogar de abuelitos y oración. La experiencia desde el principio fue maravillosa, y muy diferente a la anteriores oportunidades en la que ayude en el hogar. De inmediato fui haciendo pequeños vínculos con los pequeños, desde los espiritual me dieron una gran enseñanza de humildad y amor, ya que en sus oraciones pedían por las personas que les habían hecho sufrir en su pasado. Vi en ellos el rosto de Jesús vivo, sufriente, en cada una de sus miradas, eso bastó para que sienta una inmenso gozo por poder volcar esta semilla de amor, en la vida de ellos, agradeciendo infinitamente a Dios por haberme encomendado esta misión.
Hoy recuerdo mis primeros acercamientos al hogar, llena de inseguridades, y pienso, ese era el camino que tenìa que transitar hasta encontrar mi verdadera vocación allí, solo tuve que animarme a entrar y encontrar mi lugar, desde el servicio y el amor al prójimo.
Que Dios los Bendiga a todos los Voluntarios que desde donde estén ayudan hasta con la oración, al hogar y a sus pequeños.
Hola!
Mi nombre es Mariana Muntaner y desde hace unos meses comencé a colaborar con el Hogar brindando apoyo escolar a los chicos, particularmente a uno de ellos que tiene 12 años y no sabe leer ni escribir.
Siempre colaboré con diferentes hogares e instituciones llevando ropa, comida y otros elementos, pero es la primera vez que me involucro activamente brindando unas pocas horas semanales de mi tiempo a estos niños, que no solo necesitan de nuestra ayuda material sino sobre todo de nuestro cariño y dedicación. Y los resultados están a la vista: en pocas semanas este nene ya comenzó a escribir sus primeras palabras con muchísimo entusiasmo y esmero (y también conociendo el valor y el sentido del esfuerzo) … ojala uno pudiera dedicarle mas tiempo a esta obra tan hermosa que en el Hogar se esta realizando!!!
Y no solo los chicos reciben cosas; con cada visita vuelvo a casa con el corazón mas lleno de amor y con muchos aprendizajes nuevos, y al contar cada anécdota a mi familia siento como día a día seguimos creciendo y aprendiendo cosas que en nuestra vida habitual rara vez tenemos oportunidad de vivir: niños que comparten con sus “hermanos del corazón” lo poquísimo que tienen, se ayudan y apoyan, ayudan mutuamente, etc.
En fin, si bien yo les brindo apoyo escolar, no son solo ellos los que aprenden… siento que ellos también me enseñan y me están permitiendo vivir una experiencia única que nos ayuda a mi y a mi familia a crecer mas unidos.
Mi nombre es Natalia Magistrelli, estoy casada, tengo tres hijos y vivo en Pilar hace 15 años. Ya hace un tiempo me había surgido la inquietud de ayudar de alguna forma concreta a personas que lo necesitaran. Siempre colaboré de alguna forma con fundaciones pero necesitaba tener el contacto directo con la gente a la cual iba dirigida la ayuda. Mis hijos van a un colegio que tienen mucha conciencia social, incluso tienen una materia que se llama Participación Social y están acostumbrados a colaborar activamente en proyectos comunitarios.
Estoy colaborando hace unos meses en el hogar, pero creo que di con el lugar indicado. Es un lugar familiar, con mucha calidez humana, con gente que realmente está comprometida con el proyecto y dedicada a intentar mejorar día a día la situación de los chicos.
Yo les estoy dando clases de apoyo escolar a los que lo necesitan y siempre me quedo corta de tiempo! Los chicos necesitan ayuda para poder avanzar en sus tareas pero sobretodo que alguien les dedique un rato de su tiempo, que sientan que son valorados y queridos, cosa que quizás les faltó en su historia familiar.
Cada vez que me voy del hogar me siento llena, con nuevas ideas para seguir sumando a esta nueva familia. Me dí cuenta que en realidad la que sale ganando soy yo, y que recibo mucho más de los chicos, de lo que yo les puedo dar!