Carta del Director

Hola, quiero saludar a los Amigos que visitarán esta página y aprovechar para presentarme, mi nombre es Óscar Cabrera, casado, tengo 10 hijos, Diácono permanente de la Diócesis de Zárate-Campana y hace casi un año que soy director del Hogar de Niños del Milagro, por lo que agradezco enormemente a Dios y a S.E.R Mons. Sarlinga (Obispo de la Diócesis de Zárate-Campana), por confiarme esta Obra de Misericordia, la de asistir a estos niños en sus necesidades, junto a un grupo hermoso de voluntarios que desinteresadamente se juegan diariamente por el bienestar de los chicos.

Lo que intentamos hacer en el hogar, es devolverles a los chicos la alegría, la paz, la sonrisa, la autoestima y sobre todo la confianza, basándonos en las palabras de un santo varón: San Juan Bosco, que dice: "NO BASTA CON DECIR QUE AMAMOS A LOS NIÑOS, ES PRECISO QUE ELLOS SE DEN CUENTA, QUE SON AMADOS". La manera de que estos niños se den cuenta que son amados, es darles afecto, escucharlos, enseñarles los límites, que ellos mismos piden con gritos, riñas o rompiendo alguna cosa, haciéndoles saber que ellos no son malos como les hicieron creer, sino, todo lo contrario, que ellos son buenos y que deben tratarse bien y cuidar el hogar porque es su casa.

En el hogar intentamos hablar un mismo idioma, por ejemplo, no se pueden decir tres palabras que a mi parecer pueden dañar a cualquier persona y mucho más a los chicos, esas palabras son: penitencia, castigo, imposible.

Penitencia-Castigo: me parece que son palabras muy duras para quienes llevaron una vida tan agitada, tan maltratada; y las cambiamos por momento de reflexión, se lo llama al niño a pensar en lo que hizo, si estuvo mal o bien??.

Imposible: comúnmente tenemos la costumbre de decir: es imposible que cambie, fulano o mengano, es imposible que se porte bien, y no nos damos cuenta que con esta actitud no le estamos dando posibilidades de mejora, de cambio o de progreso; a esta palabra la cambiamos por: "Difícil". En definitiva lo que queremos es que los chicos se sientan en una familia, con defectos y virtudes, pero en fin una familia.

Un día uno de los chicos me decía que, cuando él sea grande lo que más quería era tener una familia, una casa, un auto y un lindo trabajo, a lo que le dije que estaba muy bien pensar así, y que si él se preocupaba por estudiar y hacer las tareas escolares todo eso puede ser posible, y lo tomó muy enserio porque este chico tuvo la posibilidad de prepararse durante dos meses para que le tomaran unos exámenes en la escuela a la cual concurre, para poder pasar al grado siguiente, se preparó tan responsablemente que al tomarle el examen la maestra y la directora de la escuela, su calificación fue sobresaliente, tal es así que la directora lo felicitó y lo puso de ejemplo delante de todos los chicos y las maestras del turno tarde; hoy por hoy sigue con el mismo entusiasmo. Es por esto, que la palabra imposible, fue desterrada del hogar, y es por eso que también te invitamos a ser parte de esta obra de Amor, donde te puedo asegurar que recibirás de estos niños nada más que Amor.

Si queres podes ser parte de esta obra de Misericordia con tu generosa donación, de tiempo, alimentos, ropa, oración, etc. Todo es bienvenido, La beata Madre Teresa de Calcuta decía que: “Hay que Amar hasta que duela, también decía: “Lo que nosotros podemos dar es como una gota de agua en el inmenso mar, pero si esa gota falta, el mar estaría incompleto”

Gracias por visitarnos, gracias por tener un corazón generoso.

Cordialmente: Diac. Oscar Cabrera Director del Hogar de Niños del Milagro.

Dios los bendiga.